
En esta casa tuvimos una conversación sobre los gastos referentes a comida. Vimos que muchas compras y compritas eran hechas en el calor del momento. Y teniendo en cuenta que 3/4 de la familia exceptuándome son alérgicos a la vida, comprar “de repente” se torna una misión imposible o una misión millonaria. Entonces, llegamos a dos conclusiones que comparto con ustedes:
1- Siempre comprar esenciales
No importa si los viste más barato en el mercado que queda a 30 cuadras. No importa si en línea es más barato. Si no lo compraste antes de ir al mercado, se compra en el mercado. Porque cuando falta, te aseguro que te vas a dar cuenta que te olvidaste de comprar la oferta cuatro días atrás. Entonces, si vas al mercado a hacer tu compra mensual, siempre, pero siempre, comprá esenciales. Si están más caros que en algún lugar que no está cómodamente a tu alcance, entonces no está a tu alcance. Ya me pasó de ver las leches vegetales más baratas en X mercado. Pero había que ir. Trasladarse. Comprar. Perder tiempo. Y plata. Considerá factores como tiempo y plata y vas a ver que muchas, muchísimas veces, no compensa. Ahora, si te programaste antes de ir y sabés exáctamente cuándo y cómo vas a aprovechar X oferta, hacelo. De lo contrario, esenciales SIEMPRE se compran donde hacés la compra mensual. Punto.
2- Organizar el menú semanal
No hay nada peor que comer lo que se te ocurre cuando se te da la gana. Porque eso es siempre algo que no tenés en casa. Son esas papas fritas que nunca compraste. Es esa pizza que vas a pedir. Esa gaseosa que compraste en el bar de la otra cuadra después que cerró el mercado y que te cobran tasa de olvido. Organizate. Sabé qué es lo que vas y podés comer. Incluí esos extras que te cuestan una fortuna cuando no los comprás (sí, esas papas Lays, dale, sabés que las querés, una vez al mes no va a matar a nadie). En casa, organizamos el menú semanalmente y compramos algunas cositas extras (sí, hay papas fritas y hay también cosas saludables que hacemos y compramos como chips de batata porque gluten y coso).
No tengo nada más para ofrecer en este podcast. Es eso. Organizate con lo que necesitás comer y querés comer en ciertas ocasiones. Te aseguro que con esos dos consejitos ahorrás una vida.
Nos vemos la semana que viene con más Minimalismo Real.