
Nuevamente nuestro mini departamento y yo entramos en un impasse en el cual, como dice la palabra, no conseguimos avanzar. Yo lo ordeno, saco cosas, parece que la vida sonríe y de repente, está lleno de cosas de nuevo. Es como que no conseguimos, él y yo, ponernos de acuerdo en cuánto es suficiente y cuánto puede entrar en él sin que se torne todo un caos.
Y como con el trabajo, los compromisos y la vida no me deja dedicarme exclusivamente a limpiar, organizar, minimalizar, etc, esta semana me dije a mí misma que no intentara enfrentar el todo sino que fuera con lo que pudiera hacer. Y estas fueron cinco cosas que me saqué de encima en un tris:
1- Papeles
Puede que no seas como yo, una persona acumuladora de papeles (yo imprimo TODO, no puedo ser digital en casi el 90% de las situaciones en las que podría serlo), pero en mi experiencia he visto que los papeles se acumulan en todas las casas. Sean tickets del mercado, sea alguna propaganda que te dieron, sea un cuaderno, anotador o papelito con alguna anotación que ya no necesitás, alguna factura que misteriosamente vino en papel, el embalaje del chocolate que te comiste, en fin, las posibilidades son infinitas. Ya podés sacarlos de tu vida.
2- Una pieza de ropa que no usaste
No, no voy a pedirte que revises toooodo tu armario. Nope. Solo que lo mires, veas algo, una pieza de ropa que no usaste en el último año y le digas adiós sin pensarlo. Otra opción puede sacar algo que ya ha visto tiempos mejores. En mi caso, le dije chau a dos pares de medias transparentes. No tenían agujeros porque ya no tenían tela.
3- Fotos digitales
Agarrá el celular, mirá las fotos de la última semana y empezá a borrar. Liberás espacio, conservás lo que vale la pena y si a fin de mes si sos como yo que guardás las fotos importantes en la nube identificado por mes y año, el trabajo es mucho más fácil porque simplemente las tenés que transferir sin andar eligiendo porque…ya las que tenés son las que querés conservar. Si no sos como yo, no importa. Cuando quieras mostrarle a alguien o ver vos mismo una foto, no vas a tener que pasar por un millón de fotos que te mandaron o sacaste pero no significan nada para vos.
4- Un compromiso
No soy a favor de decir que no a todo porque al final, no podemos solo aceptar compromisos que nos hagan felices a nosotros. A veces, hay compromisos que son un aburrimiento total pero sabés que para el otro es importante que estés ahí. Entonces, cuidado con esa de decirle que no a todo lo que no te suma A VOS. Sí, prioricemos lo que nos suma pero tampoco nos volvamos super ego esperando que todo nos agrade. En fin, después de estos comentarios, fijate en tu agenda qué podés dejar de hacer. Muchas veces en ese afán de llenar la agenda o de creernos el cuento de la productividad, pensamos que podemos hacer todo. Y muchas veces querer hacer todo, nos lleva a hacer nada. Minimalizá por lo menos un compromiso, te va a hacer bien.
5- Una distracción
Me descubrí estas últimas dos semanas viendo shorts de Youtube. Sip, yo, que odio lo rápido y olvidable. Resulta que uso mucho Youtube para escuchar la radio y para ponerme músiquita de fondo cuando estoy trabajando y de repente, un día, apareció un short que contaba no sé qué cosa de David Bowie. Una cosa llevó a la otra y me perdí en los shorts entitulados hashtag starman, en el que muestran acciones heroicas de personas comunes como rescatar perritos, ayudar a un alma en peligro, etc. Y perdí mucho tiempo de mi vida viendo estos shorts. Así que decidí no ver más porque realmente, tiene un poder de atracción muy grande para mí y ya de por sí me distraigo con una mosca. Así que te invito a buscar qué te distrae normalmente y roba tu tiempo como andar viendo diez millones de reels en Instagram, cuarenta videos de Tik Tok o maratonear una serie completa dejando de lado otras cosas importante. Ojo, no te digo que no veas una serie, que no veas un video de Tik Tok o sea cual sea tu distracción favorita. Pero dosificala para que no te ocupe más de lo que te tiene que ocupar.
Nos vemos la semana que viene con más Minimalismo Real.