
Probablemente ya escucharon, leyeron y vieron videos de a montones sobre el tema. Desde los armarios cápsulas -esos que separan una cierta cantidad de piezas y las van combinando- hasta el proyecto 333 que dice que hay que usar 33 piezas durante 3 meses (el número honestamente no sé de dónde lo sacaron). En fin, hay innúmeras informaciones sobre el asunto e infinitos cursos de gente que te va a enseñar a mejorar tu guardarropas. Yo no tengo nada contra ellos hasta porque mi sentido estético es igual a mi poder de invisibilidad: inexistente. Lo que sí tengo es poquísimo espacio y durante casi dos años dependimos muchísimo de ropas donadas por familiares, entonces desarrollé la capacidad de cuidar lo indispensable y combinar lo mejor posible ropas que no eran ni mi estilo (no tengo ninguno pero ese no era) ni me gustaban (pero agradezco hasta ahora).
Vamos entonces con algunas cuestiones básicas que pueden ayudar a organizar un guardarropas minimalista:
1- Uniformizate (y promové la uniformización familiar).
Una de las mejores cosas que podés hacer es elegir algunas pocas piezas que te gusten y que puedas combinar. Yo tengo por ejemplo, una gama de colores entre negro, marrón y verde oscuro. Como siempre fui medio hippie, lo que hice fue comprar unas pulseras y aritos coloridos y me regalaron dos collares; con eso suplí mi necesidad de colores. Cada cosa que tengo, antes de adquirirla, pasa por unos minutos de reflexión:
¿Con qué voy a usar esto? O sea, con cuántas piezas que ya tengo puedo combinarla.
¿Cuándo la voy a usar? Si la voy a usar pocas veces, no la compro. Para mí tiene más sentido salir a comprar algo específico para una ocasión específica cuando esa situación suceda. Sino estoy comprando algo que puedo o no usar y que con el tiempo se va a desgastar.
Para los pequeños de la familia es igual. Mis hijos no tienen jeans por ejemplo porque no los usan. Les resultan incómodos para sus siete años entonces cuando recibimos jeans de mis cuñados, fueron a donación. Si algún día necesitan vestirse de fiesta por algún motivo, compraremos ropitas adecuadas pero por ahora, tienen pocas ropas y que ellos mismos combinan. El punto es armar combinaciones con pocas piezas y darle tu toque personal con algunos accesorios si te gustan. La vida se facilita y la billetera agradece.
2- Pensá en estaciones.
A pesar del cambio climático, el Niño, la Niña y la mar en coche, la mayoría de nosotros pasa por cuatro estaciones (y si no, el consejo sirve igual). Entonces no sirve armarte uniformes de remera manga corta y un saquito si salís y tenés 2 grados. Pensando en las estaciones y los climas que te van a tocar vivir (tal vez, porque este invierno vino cálido, ¿no?) armate un kit de ropas básicas por período. En casa por ejemplo, todos tenemos una campera gruesa para el frío. Cuando vivíamos en mi localidad, teníamos como cuatro cada una porque entre la lluvia, el viento, el frío y el barro, no dábamos abasto para abrigarnos. Ahora con una nos basta. Si tu región es más cálida, tendrás más ropas leves. A lo que voy es que no te compres muchos pulóveres si los vas a usar por unos meses. Un poco de lógica y resuelto el problema del abarrotamiento de ropa.
3- Calidad versus cantidad.
Obviamente con la inflación y los precios de las cosas, muchas veces no podemos elegir. Pero vamos a suponer que tenés X cantidad de plata y la podés gastar en cuatro remeras de procedencia dudosa y calidad cine clase B y transparente o una buena remera que sabés te va a durar. Yo entiendo que muchas veces la situación familiar no ayuda mucho pero vale más la pena tener poco y bueno que mucho y descartable.
4- Dejá la ropa cómoda.
¿Qué decís? Sí, la ropa tiene que estar cómoda. Si está toda aplastada es probablemente que tenés mucha. Yo en mi mini armario tengo una percha por ropa. Y una percha para la ropa que uso y que puedo volver a usar tipo un pantalón. Si te cuesta encontrar algo, si no lo tenés a la vista, es porque hay algo sobrando en ese espacio. Independientemente del método de organización que tengas, tenés que poder abrir el armario, mirar la ropa y agarrar lo que querés sin que se te venga en banda la mitad del armario o te quede de sombrero alguna caja que contiene camisetas que nunca más vas a usar. La piezas de ropa son objetos, sí, pero son objetos que necesitan ser vistos y apreciados para poder sacar el máximo provecho de ellos. Dejalas cómodas para usarlos cuando quieras.
5- Usalas.
Esta es la regla principal para minimalizar ropas. Usarlas. Porque cuando las usás, sabés qué es lo que querés mantener. Algunos usan las ropas y dan vuelta la percha para saber que esas ropas fueron usadas y en un mes se fijan cuáles perchan no están dadas vueltas. Yo nunca tuve tanta ropa como para necesitar algo así. Lo que sí vengo haciendo es a cada dos meses más o menos me fijo si hay alguna ropa que no usé (generalmente algo que me llegó de algún pariente) y si no lo usé, lo dono. A veces hay ropas que me llegan que creo que las voy a usar, que creo que me van a quedar bien con esto o aquello y las dejo por las dudas. Pero si al cabo de dos meses no las usé, se van.
Y así, con un poquito de disciplina, se va a ir organizando tu armario y vas a poder minimizar la cantidad de ropa que tenés.
Nos vemos la semana que viene con más minimalismo real.