
Como estamos en épocas de fiestas, encuentros y regalos, estoy usando mucho papel, cinta y tijera. Y lo que me gusta de mi sector pequeño de papelería, es que encuentro todo. La casa puede estar un desastre, pero encuentro la cinta scotch y la tijera en un santiamén. Parte (o mejor dicho, todo) tiene que ver con que encontré hace tiempo la forma de organizar todo este tipo de material. ¿Cómo? Vamos juntos:
1- Cestos para que te quiero.
Como mencioné muchas veces, el departamento es muy chiquito. Lo bueno, es que el primer familiar que lo habitó, hizo muebles a medida y en la sala tenemos un armario con varias puertas y espacios. Para no dejar todo revoleado, compré cestos.Y cada cesto tiene su destino. Son chicos pero caben perfectamente en el espacio que está dividido en dos (arriba y abajo):
Arriba:
- Cesto 1: contine dos latas, una con crayones y otras con hilos y palitos de helado.
- Cesto 2: tijeras, reglas, compás, escuadra, transportador, cintas, abrochadora y ganchitos, agujereadora, plasticolas (blanca y de colores), lapiceras azules y negras, gomas de borrar y lápices de grafiti para dibujar. Y un liquid paper (el blanquito que borra tinta).
- Cesto 3: ahora contiene el material de scrapbook de mi hija. Antes tenía una mejor división del cesto 3 pero bueno, hay que fomentar la creatividad.
- Cesto 4: papeles de regalo, papel barrilete, papeles de colores, papelitos cortados que servirán para algo.
Abajo:
- Cesto 5: lanas, agujas de tejer (no tejo pero me tengo fe) y aguja de crochet (tejo pero mal).
- Cesto 6: cuadernos y anotadores. Como es chiquito, es bueno porque limita mi necesidad de adquirir más.
- Caja de cartón: algodón, restos de relleno de una almohada y telas. Tengo también en esta parte papel de diario.
Los cestos no tienen etiquetas ni nada; todos ya sabemos qué hay en cada uno. Lo bueno de los cestos es que son fáciles de revisar, permiten saber qué tenés y qué no y no comprar cosas al divino botón. Témperas y pinceles están en la caja de arte de los chicos. Eso es de los chicos, con sus cuadernos, sus lápices, sus crayones y sus plasticolas. Sacando la caja de scrapbook de mi hija, el espacio de papelería lo podemos usar todos pero bajo mi ojo observador estilo el ojo de Saurón en Mordor. Se agarra, se usa, se guarda. Si está en la caja de arte de ellos, usan lo de ellos. Si es algo exclusivo del sector papelería (parece que vivo en una mansión, jajaja), pueden usarlo pero…ojo de Saurón observando.
Lo importante de los cestos es limitar cantidades y darles un hogar específico a los materiales que tengamos. Por eso recomiendo fuertemente organizar la papelería de esta forma: con cestos.
2- Comprá lo que vas a usar
Esto sería antes de los cestos, pero bueno, empecé por ahí. Lo segundo para organizar es no tener más de lo que necesitás o vas a necesitar. Por ejemplo, no te compres una acuarela de 40 colores si no pintás o estás empezando. Comprá algo menor, con lo que puedas lidiar más fácilmente. Si se transforma en un hobby como el scrapbook de mi hija, ahí le hacés un lugar. No compres tres cajas de ganchitos de abrochadora si no sos una oficina de documentación. Comprá una. Cuanto más consciente de lo que necesitás estés, menos espacio vas a ocupar y más plata vas a ahorrar. Mi mamá tiene algunas lapiceras, algunos anotadores, algunos lápices, alguna goma perdida, una cinta y una plasticola. Porque ella no necesita más. Entonces, sé claro con lo que necesitás tener en casa.
Hay algo mágico en las papelerías y es la posibilidad. Todo es una posibilidad. Las hojas en blanco, las hojas coloridas, los lápices, los marcadores, los cuadernos. Todo nos invita a crear. Inclusive a los que tenemos menos creatividad que una ameba. Y uno suele entrar (por lo menos a los que nos gustan las papelerías) para comprar una cosita y sale con quince porque “voy a empezar a dibujar”. No digo que las papelerías y sus materiales tienen que tener solo un fin útil pero sí que tenemos que ver qué queremos realmente incorporar a nuestras vidas y si vamos a tener tiempo.
En fin, cestos y comprar lo necesario. Y te vas a organizar mucho mejor.
Nos vemos la semana que viene con más minimalismo real.